Desde tempranas horas de ayer fueron miles los consumidores que se dieron cita en los centros comerciales del País —que reabrieron de manera parcial sus operaciones— después de que permanecieron dos meses y medio cerrados debido al impacto del Covid-19.
Contrario a la práctica de los consumidores antes del coronavirus, en esta ocasión no visitaron los centros comerciales para curiosear o refrescarse, sino porque necesitaban adquirir algún producto, que iban desde máquinas de ejercicios hasta regalos de graduación que tenían pendientes. En la inmensa mayoría de los consumidores se podía evidenciar algún de tipo de compra efectuada durante su recorrido.
Reacciona el consumidor
“Vine porque me estoy reinventando y comprando una máquina para carpintería y herramientas. Estaba por hacerlo hace tiempo y ahora decidí trabajar otra área porque soy agente de seguros. Vengo a comprar solo lo necesario y me voy porque no quiero exponerme. Hay que ser juicioso con la situación, aunque me siento seguro con las medidas de seguridad”, indicó Carlos Carrasquillo, quien es residente de Las Piedras y se encontraba viendo artículos en Sears Brand Central de Plaza Las Américas.
En la fila de la tienda Pandora estaba Sonia Rosario junto a su sobrina Gabriela Valentín, de 18 años, quienes buscaban una prenda que les recuerde la culminación de la escuela superior.
“Vamos a comprar una sortija porque la moda ahora para las graduaciones de cuarto año es comprar una sortija sencilla de esta marca. Luego voy a ver regalos para el Día de los Padres y comprar un regalo de cumpleaños. Lo que podamos, porque puede ser que no nos dé tiempo porque tenemos solo unas horas para estar aquí”, dijo Rosario.
Durante la mañana las filas eran continuas y quienes no pudieron hacer su reservación —por no contar con un teléfono móvil para acceder a la aplicación del centro comercial— tuvieron la oportunidad de entrar a Plaza por una fila apartada para este propósito. A las 10:00 a.m. más de 100 clientes sin reservación habían logrado acceso a las tiendas. En los demás centros comerciales —donde no se requería reservación— la tendencia en las filas fue similar.
“Estoy embarazada y vine con mi hija a comprarme ropa nueva porque la que tengo ya no me sirve. También veré zapatos y artículos para el baño”, declaró Diana Rodríguez, quien observaba camisetas en Kokomo.
Un “caminante de Plaza” que se mostró nostálgico con las actividades que realizaba el grupo de personas de la tercera edad también llegó hasta la fila de una de las entradas para hacer una transacción bancaria.
“Llevo sobre 20 años visitando Plaza Las Américas y extraño mucho a los caminantes. Estoy loco porque vuelva este servicio para las personas mayores. Yo venía desde las 5:00 a.m. a hacer ejercicio y clases de aeróbicos. Hoy (ayer) vine para ir al banco”, comentó don José Prieto, de 88 años.
En la Plazoleta se encontraba Cristian Reyes con su pareja y su mamá, quienes visitaron el lugar para realizar algunas compras, pero se disponían a retirarse de las instalaciones comerciales desilusionados por encontrar varias de sus tiendas favoritas cerradas.
“Somos coleccionistas y venimos a una tienda en específico —aunque también queríamos hacer otras compras—, pero no valió la pena porque hay muy pocas tiendas abiertas. Las que más nos interesan están todas cerradas”, indicó el cliente de Bayamón.
Por otro lado, Victoria Calderón dijo que tuvo que visitar la tienda de telefonía Claro porque tiene su teléfono dañado desde febrero y a la fecha no había podido repararlo.
“Establecieron tiendas de servicio al cliente de Claro en el condominio Ciudadela y Río Hondo, pero yo no lo sabía y esperé a que esta tienda abriera. Mi teléfono está dañado, se cortan las llamadas. Luego de esa gestión, voy a comprar unos tenis y mirar algunas tiendas, pero tengo que avanzar porque tengo hasta la 1:00 p.m. para irme por la misma puerta que entré. Eso nos explicaron al llegar a la fila que estaba larga, pero avanzaba”, comentó Calderón, quien hizo su reservación por la aplicación el primer día que estuvo disponible.
En tanto, Olga Suárez, residente de Bayamón, aseguró que buscaba algunos regalos para el Día de los Padres, pero abandonó el centro comercial Río Hondo sin cumplir el cometido. “Las tiendas donde podía encontrar algo para los padres estaban cerradas, por lo que tendré que optar por irme a otro centro comercial o esperar unos días más en lo que siguen abriendo tiendas”, indicó.
En términos generales, los consumidores se sentían confiados con los protocolos salubristas establecidos por los centros comerciales del País.
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